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Boletin "Informaciones SIIT"

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Recursos terminológicos en Argentina

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Guía de Villa Ocampo

    Victoria Ocampo
    Donación a la UNESCO
    Villa Ocampo
    El parque
    La casa
    Planta baja
    Primer piso

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VILLA OCAMPO
GUIA PARA VISITANTES

BECCAR
UNESCO - FUNDACION SUR
1993

Para la preparación de esta Guía se consultaron, además de los trabajos mencionados en ella, las obras "Frente y perfil de Victoria Ocampo", de Alba Omil; "Victoria Ocampo", de Fryda Schultz de Mantovani; varios escritos de Victoria Ocampo, y el inventario de la propiedad. No se permite la reproducción total o parcial de la Guía.

 

VICTORIA OCAMPO

Victoria Ocampo nació en Buenos Aires el 7 de abril de 1890 falleció en esta casa el 27 de enero de 1979. Tanto su familia paterna como su familia materna estuvieron estrechamente ligadas con la historia de la Argentina desde la época colonial hasta la independencia. Sus padres fueron Manuel Silvio Cecilio Ocampo Regueira (1860-1931), ingeniero especializado en la construcción de carreteras y puentes, y Ramona Máxima Aguirre, a quien llamaban "la Morena". Siguieron a Victoria cinco hermanas: Angélica, Pancha, Rosa, Clara y Silvina. Vivían en una casa colonial ya demolida, situada en Viamonte y San Martín -donde nació Victoria- y frecuentaban la casa del bisabuelo Ocampo, a una cuadra de distancia, donde habitaban sus hijas solteras, tías abuelas de Victoria, una de las cuales, que llevaba su nombre y a la que llamaba Vitola, era su favorita. De diciembre a marzo, la familia se trasladaba a Villa Ocampo, construida en 1891. Victoria Ocampo, como otras niñas de su época, tomó clases de música y fue educada por institutrices. Las que más recordó fueron Alexandrine Bonnemason, de Francia, y Kate Ellis, de Inglaterra.

Desde su infancia hasta su muerte, la lectura fue para Victoria Ocampo una verdadera pasión. Los miles de libros existentes en Villa Ocampo, muchos de ellos con dedicatorias de escritores famosos, son mudos testigos de su naturaleza de "lectora ávida y omnívora", como se calificó a sí misma. Su otra pasión fue el teatro, hasta tal punto que, en su adolescencia, lo consideró su vocación. Tomó lecciones de dicción en francés con Marguerite Moreno y dominó el recitado de poemas y poesía dramática. Desistió sin embargo de dedicarse al teatro por no tener un disgusto con sus padres. En 1909, en París, asistió libremente a cursos de Henri Bergson, Croiset, Faguet, Auler, Jeanroy, Hauvette y Monceaux.

Victoria Ocampo se casó en noviembre de 1912 con Luis Bernardo de Estrada, de sobrenombre Mónaco. Su matrimonio no prosperó. Después de una larga luna de miel en Europa donde se iniciaron sus desaveniencias, regresaron a Buenos Aires. Aunque vivían en la misma casa, sólo se encontraban en reuniones sociales para mantener las apariencias hasta que se separaron legalmente en 1922. Estrada falleció en 1933. Victoria Ocampo no tuvo hijos ni volvió a casarse.

Siendo niña sintió la vocación de escritora. Ella misma lo señala: "desde los nueve años, escribir me pareció, cuando escribía por mi cuenta, una diversión y un desahogo". A esa edad inició con su hermana Angélica una revista familiar en inglés (de la que sólo produjo dos números). Escribió también en francés y luego le costó traducirse al español. Desde adolescente, escribió muchas cartas, entre ellas, las dirigidas de 1906 a 1910 a su amiga íntima Delfina Bunge.

Su primera publicación se titula "Babel", un comentario del Canto XV del Purgatorio de Dante, aparecido en el diario La Nación en mayo de 1920. Además de numerosos artículos, conferencias y traducciones, publicó obras tales como "De Francesca a Beatrice" (1924), "La laguna de los nenúfares" (1926), "Domingos en Hyde Park" (1936), "Emily Brontë (Terra incognita)" (1938), "San Isidro" (1941), "338171 T.E." (Lawrence de Arabia) (1942), "El viajero y una de sus sombras: Keyserling en mis memorias" (1951), "Lawrence de Arabia y otros ensayos" (1951), "Virginia Woolf en su diario" (1954), "Habla el algarrobo" (1959), "Tagore en las barrancas de San Isidro" (1961), "Juan Sebastián Bach, el hombre" (1964), "Diálogo con Borges" (1969), "Diálogo con Mallea" (1969). Pero sus obras más importantes fueron la serie de "Testimonios", diez volúmenes en total, publicados entre 1935 y 1977, y su Autobiografía, en seis volúmenes, que fueron editados luego de su fallecimiento, entre 1979 y 1984.

Victoria Ocampo fue fundadora y directora de una de las más importantes revistas literarias en español, "Sur", que se inició en enero de 1931 y a la que imprimió el sello de su personalidad durante el resto de su vida. A través de su revista, hábil descubridora de talentos, dio a conocer en nuestro continente a numerosos escritores y hombres de la cultura del viejo mundo, y viceversa. La mayoría de ellos alcanzó la fama. Muchos recibieron el premio Nobel. Dentro de la misma línea, Victoria Ocampo también creó y condujo desde 1933 la Editorial Sur.

Viajera incansable, durante toda su vida, visitó varios países de América Latina y se trasladó muchas veces a Europa y a Estados Unidos, donde conoció a numerosas personalidades del mundo intelectual, artístico y científico, con la mayoría de las cuales estableció largas relaciones de amistad, a las que debemos además agregar las que mantuvo con innumerables argentinos ilustres.

En la larga lista figuran: Igor Stravinski, Rabindranath Tagore, José Ortega y Gasset, Ernest Ansermet, Hermann Keyserling, Anna de Noailles, Paul Valéry, Pierre Drieu La Rochelle, Alexis Léger (St. John Perse), Jules Supervielle, Bernard Shaw, Waldo Frank, Jean Cocteau, Ramón Gómez de la Serna, Edouard Jeanneret-Gris (Le Corbusier), Walter Gropius, Andr‚ Malraux, Albert Camus, Roger Caillois, Maurice Ravel, Louis Jouvet, Julian Huxley, Federico García Lorca, Virginia Woolf, Graham Greene, Alfonso Reyes, Gabriela Mistral, Julián Marías, Ricardo Güiraldes, Pedro Henríquez Ureña, Eduardo Mallea, Pedro Figari, Juan José Castro, Jorge Luis Borges, Alberto Girri, Ernesto Sábato, Adolfo Bioy Casares, y muchísimos otros.

A través de su existencia, plena de vitalidad y energía, desarrolló una importante actividad como escritora, editora y devota benefactora de las letras y las artes, superando contrariedades y empeñando en ella su esfuerzo personal y su fortuna. Como lo señala Doris Meyer en su obra "Victoria Ocampo, contra viento y marea", sus objetivos fueron la búsqueda de la excelencia creativa y el fomento de los diálogos culturales entre las distintas naciones de todos los continentes. No sólo desde su revista y editorial "Sur", sino también como disertante y promoviendo conferencias, espectáculos y exposiciones, poniendo generosamente sus residencias de San Isidro y Mar del Plata (Villa Victoria) a disposici¢n de huéspedes ilustres e invitando a ellas a otros intelectuales argentinos para que compartieran reuniones literarias y artísticas.

Su fecunda labor le valió el reconocimiento de varios gobiernos y entidades extranjeras, que la invitaron a sus respectivos países. Recibió, además, numerosos títulos, condecoraciones y distinciones. Corresponde mencionar los más importantes. En Francia: Palmas académicas, Caballero de la Legión de Honor, Oficial de la Legión de Honor, Comendador de la Orden de Artes y Letras, y Medalla de Oro del "Rayonnement Français" otorgada por la Academia Francesa. Fue Comendadora de la Orden del Imperio Británico, distinción que le fue acordada por la reina Isabel de Inglaterra en 1965. Recibió el premio María Moors-Cabot, de la Universidad de Columbia, EE.UU., también en 1965. La Academia Romana Vel Sodalitas Quirinalis le otorgó el Grado Académico de la Sección Literatura en 1966. Fue Doctora Honoris Causa de la Universidad de Harvard en 1967. Ya lo había sido de la Universidad de Visva Barathi de la India en 1960. Recibió la Condecoración al Mérito de la República de Italia en el grado de Gran Oficial en 1967. En nuestro país se le otorgó el Gran Premio de Honor de la SADE en 1951, el premio Vaccaro y el premio Alberdi-Sarmiento, instituido por Alberto Gainza Paz. Fue la primera mujer elegida miembro de la Academia Argentina de Letras en 1976. Ocupó el lugar de Alberdi y fue reemplazada a su muerte por otra mujer: Alicia Jurado.

Entre los cargos que ejerció merecen citarse los siguientes: Presidenta del Directorio del Teatro Colón en 1933; Fundadora de la Unión Argentina de Mujeres y su presidenta de 1936 a 1938; Vicepresidenta Honoraria Internacional del Pen Club; Miembro del Directorio del Fondo Nacional de las Artes de 1958 a 1973; Miembro de diferentes instituciones culturales: Asociación Argentina de Cultura Inglesa, Alliance Française, Sociedad Amigos de Suiza, etc.