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Los Ángeles de Calamarca

 

Técnicas de la pintura colonial

Ninguna de estas pinturas está firmada y no existe documento que nos permita identificar a su autor, que por consiguiente fue denominado Maestro de Calamarca. Sin embargo, la comparación de estas obras con las de la iglesia de Carabuco permite pensar que el Maestro de Calamarca podría ser José López de los Ríos, quién pintó los cuadros de Carabuco en 1684.

Los ángeles que figuran en el "Juicio Final" de López de los Ríos tienen atuendos, actitudes y expresiones idénticos a los de Calamarca. La fecha de estas obras nos lleva a pensar que este artista podría ser, junto con Basilio de Santa Cruz, el creador de los ángeles andinos, tan diferentes de los modelos europeos. La vestimenta de los ángeles andinos tiene mangas amplias, bajo las cuales se llega a ver bordes de lentejuela de una fina camisa, que se distingue igualmente bajo la chaqueta bordada, corta y gruesa. Los trajes, e incluso los coturnos, están atados con fíbulas de piedras preciosas. Cintas que flotan al viento completan el atuendo. Los colores son generalmente violentos. La fuerza plástica y la gracia de estas obras dan a la pintura andina una frescura singular.

Una de las series de ángeles más completas que se conoce, se conserva en la iglesia de Calamarca, a 60 km. de La Paz, en un territorio que pertenecía a los indígenas Pacajes. Un inventario de la iglesia, datado de 1728, indica que "en lo alto de los muros de esta Santa Iglesia se encuentran treinta y seis pinturas de ángeles y arcángeles, todas de la misma dimensión, en sus bastidores". Se puede deducir de este texto que en esa época fueron terminadas dos series: las Jerarquías y los Ángeles Militares. La primera comprende a los siguientes ángeles: Gabriel, Rafael, ángel de la Guarda, Dominio, ángel de la columna (Virtud), ángel con las rosas (Virtud), ángel desenvainando la espada, ángel con la espada de fuego, ángel sosteniendo una llave, ángel con un haz de fuego en la mano (Serafín), ángel con la espiga de trigo.

Otra serie de diez ángeles con vestimenta militar y llamados "arcabuceros" se encuentra igualmente en la iglesia de Calamarca. Sostienen fusiles en diferentes posiciones y la serie completa debió representar a una toda una compañía. Sus nombres y atributos son los siguientes: Osiel Dei, con casco y adarga, Zabriel Dei, abanderado, Miguel Dei con lanza, Rafael Dei con partesana, Alami(el) Dei con trompeta y corona, Habriel Dei, con arcabuz al hombro, Liel Dei, presentando el arcabuz, Laeiel Dei, limpiándolo y Uriel Dei, presionando el gatillo.

La vestimenta de estos ángeles es la de soldados españoles de la época, cuello al estilo Van Dyck y trajes de manga corta, camisa y chaqueta larga, medias, calcetines y calzados. La cabeza está cubierta por un gran sombrero adornado de plumas y cintas. Un buen ejemplo es el ángel Abanderado, pintado por el flamenco Bouquet en 1664, que se encuentra actualmente en el Louvre. En América, debemos mencionar "La entrada del Virrey Morcillo a Potosí", pintado por Pérez de Holguín en 1716.

Las diferentes actitudes de estos ángeles provienen de textos como El ejercicio de las armas de Gheyn, publicado en 1608, y Los Fundamentos del arte militar de Hexman (1673).

Los ángeles de Calamarca son similares a los de Ezcaray, que se encuentran en España, que, al parecer, fueron enviados del Perú a este lugar a principios del siglo XVIII. Difieren en algunos detalles: los ángeles de Ezcaray llevan casco y petos, no tienen nombre y cada uno es identificado por un símbolo de las letanías, mientras que los ángeles de Calamarca están vestidos de infantes y tienen nombre.

Encontramos en la iglesia de Calamarca otras composiciones de ángeles, que no pertenecen a ninguna de las series ya mencionadas. No tienen las mismas dimensiones y parecen provenir de otro pincel. Es el caso del San Miguel, con armadura y casco y de dos pequeños Gabriel Dei y Alamiel Paz Dei. Este último, lleva una cesta de pan y una granada y simboliza la caridad. En fin, Calamarca guarda tres otros ángeles militares, que pertenecen a una serie incompleta: un tambor, un alabardero y un arcabucero.

Estos tres últimos ángeles son obra del maestro de Challapampa, que realizó una serie completa en el pueblo del mismo nombre, en Puno (Perú). Lamentablemente, esta serie se encuentra desaparecida. Estaba compuesta de Miguel con bastón de mando, Gabriel con sombrero, Rafael con partesana, ángel de la Guarda con arcabuz, Ostel con trompeta y corona, Timor Dei limpiando el arcabuz y Adriel cargando el arcabuz al hombro.

El hecho de que se encuentren en Calamarca obras del Maestro de Challapampa testimonia la intensidad del comercio de obras de arte y el carácter trashumante de los artistas. Tal es el caso de Leonardo Flores que iba de pueblo en pueblo, a orillas del Lago Titicaca, para pintar las obras encargadas por el obispo de La Paz, Queipo del Llano y Valdez.

Una hermosa pintura de ángel con arcabuz se encuentra en el Museo Nacional de Arte de La Paz, bajo el nombre de Asiel Timor Dei. Es una obra de una calidad extraordinaria, que proviene posiblemente de una serie desaparecida. Los colores y el dorado de la vestimenta lo diferencian de los ángeles de Calamarca e indican que formaba parte de otra serie, salida sin duda de la misma escuela de pintura.

José de Mesa et Teresa Gisbert
Texto publicado en el catálogo de la exposición.