Limbo

En el marco de sus iniciativas en favor de la enseñanza de lenguas, la Unión Latina ofrece en línea un nuevo material para el aprendizaje del español y del portugués: Limbo.

Se trata de un videojuego que permite aprender estas lenguas de manera cruzada (ya que se puede entrar en él por una u otra). Esta herramienta corresponde con la importancia fundamental que revisten estas lenguas para las dos comunidades lingüísticas del Cono Sur americano, en el contexto de cooperación instaurado a raíz de los acuerdos del Mercosur, especialmente en el ámbito de su sector educativo.

Se trata de un juego de rol, creado desde una óptica lúdico-didáctica, un laberinto lingüístico en el que, para encontrar la salida, hay que enfrentarse con una serie de desafíos que mezclan aventuras y estrategias. La clave de la solución reside en el conocimiento y uso eficiente del otro idioma (es decir, el otro de los dos que se ofrecen como interfaz), salvando para ello las barreras que el uso de la lengua desconocida pueda representar para el neófito. Pero no cabe la menor duda de que constituye también una contribución apreciable para el fomento de la enseñanza del español y del portugués en la región.

Limbo va dirigido principalmente a niños y adolescentes, que constituyen el público meta preferente de los materiales didácticos elaborados por la Unión Latina, por motivos obvios de perspectiva de futuro y eficiencia. Sin embargo, por el mero hecho de ser un videojuego, es más que probable que logre interesar también a grupos más amplios de aficionados a este tipo de juegos.

Desde un punto de vista formativo, además de facilitar la interiorización de la noción de espacio (real y virtual), la interpretación de consignas orales y escritas, la discriminación y selección de mensajes, etc., este videojuego incide de una manera especial en la didáctica de la oralidad para ambas lenguas, tanto en el ámbito de los actos de habla y la fraseología como en el del léxico, familiarizándose a la vez con el uso de las herramientas modernas que sirven, hoy día, para las interacciones y la comunicación humana en general.

Como los demás materiales elaborados por la Unión Latina, Limbo está pensado para ser usado de diferentes formas: de manera autónoma, por supuesto, pero también asistida dentro o fuera de la institución escolar, con la ayuda de un monitor.