LINGÜÍSTICA Y LENGUAS

 

Luis Fernando Lara
EL ESPANGLISH
NO ES UNA LENGUA


El "espanglish" (fen�meno ling��stico entre el espa�ol y el ingl�s similar al "portu�ol" y al "franglais" entre los idiomas respectivos) nombra, en principio, una manera de hablar de los hispanohablantes con palabras o giros ingleses, heredera del "pochismo" que caracterizaba hacia 1950 a los mexicano-norteamericanos y emblematizaba el ratoncito Speedy Gonz�lez, según recuerda el ling�ista mexicano Luis Fernando Lara. Hoy en d�a, puede corresponder tanto al habla "de un trabajador mexicano ilegal en Los Angeles, [�de un] atildado economista egresado de Harvard [�o], m�s grave, de los servicios de doblaje de pel�culas en televisi�n que afirman, por ejemplo, que los serbios retaliaron los bombardeos de la OTAN" —Lara se refiere a servicios de la televisi�n mexicana.

Se trata de una interferencia "debida a la ignorancia, a la necesidad avasalladora de integrarse en otra sociedad o a la manera en que muchas personas acomodadas creen darse pisto" que "es un fen�meno normal en situaciones de contacto y de mayor prestigio de una lengua sobre otra" y ocurre, en realidad, "entre todos los hispanohablantes".

Lo que critica Lara es la pretensi�n de que este fen�meno sobre todo l�xico y pasajero sea considerado "toda una lengua": es sobre todo la prensa sensacionalista la que lo presenta as�, magnific�ndolo, "como una lengua en formaci�n entre los hispanos de los Estados Unidos de Am�rica; incluso hasta como una manifestaci�n del vigor cultural de los cubanos, puertorrique�os, centroamericanos, mexicanos, etc. que han optado por quedarse la vida en ese pa�s y ganarse la vida en �l, y de una identidad propia en ciernes de esos hispanos". Para esto, considera hechos sociales de distintas comunidades de lengua originariamente espa�ola en Estados Unidos, como cubanos exiliados, otros hispanoamericanos que han ido a trabajar legalmente y han adquirido la nacionalidad estadounidense y los que han llegado a trabajar ilegalmente pero finalmente llegan a quedarse en el pa�s. Este �ltimo grupo, m�s desfavorecido e integrado por personas analfabetas, semianalfabetas o con una educaci�n m�nima en su lengua materna, por diversas razones culturales, sociales y econ�micas recurre en el nuevo pa�s a escuelas biling�es, insiste en ellas para que sus hijos no reciban apoyo en espa�ol y comienza r�pidamente a mezclar vocabulario ingl�s en su expresi�n popular hisp�nica -a diferencia de los otros grupos se�alados, en que esta mezcla es m�s epis�dica y no implica dejar de hablar espa�ol.

"Para que realmente se produzca una mezcla estable, un pidgin espa�ol ingl�s y posteriormente una nueva lengua", escribe Lara, "har�a falta que los grupos hispanohablantes m�s desfavorecidos impusieran sus maneras de hablar al resto y a los medios de informaci�n (�) Otra manera de dar lugar a ese proceso (�) ser�a el decaimiento de la educaci�n, tanto en ingl�s como en espa�ol." El autor eval�a que nada de eso por ahora se ha producido. Pero concluye: "ojal� que el morbo period�stico no termine de hacer del espanglish un monstruo de papel, que luego se vuelva Frankestein".
Luis Fernando Lara, "El espanglish", Boletín Editorial del Colegio de México, n°85, mayo-junio 2000, pp. 23-27. ISSN 0186-3924.