EDITORIAL
Estos
cuatro últimos meses fueron ricos en eventos terminológicos
y lingüísticos. La Unión Latina organizó,
el pasado mes en mayo en Barcelona, en el marco del proyecto
europeo Linmiter y en colaboración con el centro de terminología
catalana Termcat, un Curso
de formación en terminolog{ia.
En abril, el III
Congreso Latinoamericano de Traducción e Interpretación
se había reunido en Buenos Aires, organizado por el Colegio
de Traductores Públicos de esa ciudad. Por último,
el 15 de mayo, el Prêmio
União Latina de Tradução Científica
e Técnica fue anunciado oficialmente
en Rio de Janeiro (Brasil).
Pero
otros eventos importantes están ya a punto de realizarse,
como
el
coloquio internacional sobre la Repercusión
de las nuevas tecnologías en la gestión terminológica
que organiza,
el 18 de agosto próximo, la Universidad de York, Canadá,
durante el cual se presentarán las nuevas tendencias
en materia de industrias de la lengua y la evolución
de herramientas y técnicas.
En
nuestra sección "Industrias de la Lengua",
precisamente, cabe mencionar el artículo sobre el Registro
de lexicografía argentina en cederrón,
editado por el Departamento de Investigaciones Filológicas
de la Academia Argentina de Letras de Buenos Aires, así
como la presentación del Nouveau
dictionnaire des difficultés du français moderne,
herramienta de fácil acceso y utilización.
Por
último, en la sección "Lingüística
y Lenguas" de este número de Terminometro,
cabe citar, entre otros artículos, el texto de Enilde
Faulstich A língua portuguesa
na CPLP, la nueva edición del informe elaborado
por el Haut conseil de la francophonie a partir de datos 1999-2000,
État de la francophonie dans
le monde, y el artículo dedicado a un estudio
de Raúl Ávila sobre el estado actual de la lengua
española, cien años después de la independencia
de Cuba y Puerto Rico, cuyo título es
La comunidad hispánica y la
lengua cien años después.
Daniel
Prado
|